Alonso explicó a esta agencia que los ciudadanos españoles "secuestrados" por el muro en "tierra de nadie", no pueden pasar hacia Melilla y tampoco hacia arruecos porque su nacionalidad es española.

Uno de los miembros de estas familias, según relató el responsable de Derechos Humanos, se encuentra en Melilla, alojado por el gobierno de la ciudad en un albergue, porque la verja le impidió llegar ayer hasta su casa cuando regresaba de trabajar.

Sus familiares tuvieron que entregarle por encima de la valla una bolsa con ropa y lo indispensable para poder pasar la noche fuera de su domicilio.

A juicio del presidente de la Asociación Pro-DerechosHumanos de Melilla, la situación es "surrealista" y demuestra que la verja es una frontera no sólo física sino también la "frontera de la ley y del Estado de derecho".

Las familias atrapadas por la verja llevan viviendo en el lugar desde los años 40 y las autoridades no han respetado siquiera la servidumbre de paso que tiene cualquier finca, aunque se expropie, señaló José Alonso.

Insistió en que la familia, antes de quedar aislada por la verja, planteó un interdicto que ha sido resuelto por el jez de forma irregular. "Aquí ya no hay ni justicia", apostilló Alonso.