El periodista dijo que el fiscal general del Estado, Eligio Hernández tiene material suficiente para iniciar las investigaciones oportunas, "porque pueden haber responsabilidades penales y responsabilidades políticas". Agregó que de producirse esas reacciones, estudiaría iniciar acciones penales o no.

El diario "El Mundo" publica hoy una información en la que asegura que agentes y vehículos del Cesid (Centro Superior de Información para la Defnsa) espiaron a este rotativo apenas dos semanas después de que la policía desarticulase en Barcelona la red de escuchas telefónicas y chantaje en la que figuraban como implicados varios ex agentes del Cesid.

Miralles achacó estos hechos a "la voracidad del Gobierno en saber qué sabemos los periodistas y quién nos lo cuenta. Durante todas mis investigaciones, tanto de ETA como del GAL, fui objeto de seguimiento y otras operaciones ilegales del Cesid".

Miralles explicó que sólo poseen datos concreos de vigilancia del día 29 de noviembre, "pero es un seguimiento que viene de muy antiguo, que es periódico, y que en el asunto de la investigación del 'tema Godó', que yo estuve llevando, se prolongó durante un mes. Incluso en viajes míos a Barcelona, yo detecte que a mi me estaban siguiendo".

Agregó que en el caso concreto del día 29 "recibimos una información confidencial" que aseguraba que siete agentes de los denominados Grupos de Apoyo Operativo realizaron su seguimiento, para lo que utilizaron4 coches.

Miralles achacó su persecución al contacto telefónico que mantuvo con el ex agente del Cesid Miguel Ruíz Martínez, "El Lobo", implicado en el caso de la red de escuchas ilegales desarticulada en noviembre en Barcelona".

En esta conversación telefónica, que se produjo un viernes, Miralles quedó citado con "El Lobo" para el miércoles de la semana siguiente. El lunes la policía detenía a Ruíz Martínez, dos días antes de la cita entre el periodista y el ex agente.