Pero-Sanz destacó que, "en el mundo periodístico es noicia lo raro y reciente, mientras que en la Iglesia lo verdadero es lo que se ha mantenido por todo el mundo y desde siempre, y ésto suele ser muy poco periodístico", aunque matizó a continuación que "hay muchos comunicadores que procuran informar correctamente y servir a su público y a la religión".

Según el director de "Palabra", "en ocasiones, al tratar la información religiosa, a algunos periodistas se les escapa el profundo alcance de estos textos y acuden a categorías que les resultan familiares por ejemplo de tipo político, y que oscurecen y desvirtúan la realidad más que aclararla".

En su opinión, "hay que cuidar la presentación de las noticias, porque es frecuente hacerlo en términos dialécticos, que no responden a la verdad -a la verdad no hay que temerla, sino servirla- y, además, pueden dividir la Iglesia".

Afirmó por último que "el tema religioso, tomado en su vertiente de algo raro, de chisme, va perdiendo interés, porque la gente ha leído tantos casos que resulta difícil sorprederla con un 'más difícil todavía', mientras que las cuestiones de contenido religioso, doctrinal y moral, son tan eternas como el hombre".