Estos niveles, causados por altas temperaturas y radiación solar, unido a otros condicionantes de falta de viento o emisiones producidas en puntos de intenso tráfico, no superan el umbral de información obligada a la población, pero suponen un deterioro de la calidad del aire.

Según la reciente Directiva europea de 2002, relativa al ozono en el aire ambiente, el nivel para la protección de la salud humana se ha establcido en 120 microgramos por metro cúbico de aire durante ocho horas seguidas, valor que ha de cumplirse a partir del año 2010.

En este sentido, los episodios registrados los últimos días, que han superado dicho valor, adquieren según el criterio consensuado a escala nacional el carácter de "calidad mala" del aire, aunque no superen el mencionado umbral de información.

Dichos episodios, vigilados y controlados en todo momento por las instalaciones de la Junta de Andalucía, podrían perjudicar a la oblación potencialmente más sensible como los niños, ancianos o adultos con problemas respiratorios a los que puede causar tos, náuseas, dolores de cabeza o pectorales y dificultades respiratorias en el caso de que practiquen ejercicios físicos violentos al aire libre.