Entre estas condiciones se encuentran las encaminadas a garantizar la estabilidad de las playas que podrían verse afectadas por el proyecto, como las de Cariño y Chanteiro, y para controlar la calidad del agua, tanto en la ase de construcción como en la de explotación.

Sobre las operaciones de dragado, la DIA establece que todo aquel material que no pueda verterse al mar libremente pueda ser aprovechado por la Dirección General de Costas para la regeneración de playas e incluso para el relleno de las nuevas explanadas portuarias.