Así lo dijo hoy la secretaria de Estado, tras presidir el encuentro preliminar a la creación de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), que tiene lugar estos días en Madrid.

No obstante, apuntó que "probablemente se trata de la opinión personal y legítima de quien las pronuncia": "creo entender que no son la versión oficial del PP ni de su equipo de gobierno", añadió. En su opinión, esta cuestión "no puede quedarse en el tono jocoso".

"Creo que la constatación del cambio climático, del incremento de las temperaturas medias y los riesgos que ello supone para el mantenimiento de las condiciones de vida en el planeta tal como las conocemos hoy son todos ellos asuntos suficientemente serios como para poder hacer bromas al respecto o como para pensar que es una cuestión o bien de opciones políticas o de religión o fe", prosiguió.

Para la secretaria de Estado, el cambio climático "ni es una cuestión de creencia, religión o fe, ni es propia de determinadas opciones políticas", e insistió en que "no se trata de que esto sea patrimonio de unos o de otros".

"Si el reto que tenemos por delante es de las dimensiones a las que todo apunta, debemos sumar esfuerzos y no perder otros 10 años en discutir cosas sin sentido", concluyó.