El proyecto consiste en la instalación de una tubería de hormigón armado de una longitud de 2.214 metros y un diámetro interior de 1,8 metros, que finaliza en un difusor de 412 metros provisto de 34 bocas de salida situdas a 24 metros de profundidad.

Hasta una profundidad de 7 metros, la tubería se apoyará en una zanja rellena de hormigón, entre 7 y 13 metros se enterrará en la arena y entre 13 y 24 metros quedará en el fondo y protegida con una escollera.

En la cabecera está previsto realizar una cámara de conexión entre el emisario terrestre, que conducirá las aguas de la estación depuradora de aguas residuales, y el emisario submarino.

Se ha diseñado para un caudal punta de 3,72 metros cúbicos por seguno y se prevé que pueda transportar hasta un máximo de 6 metros cúbicos por segundo, lo que permitirá su limpieza.

La obra estará financiada en un 49% por el Ministerio de Medio Ambiente. El 51% restante se repartirá, a partes iguales, entre el Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias.