Para los profesionales de Semes, el cambio de estrategia frente a la pandemia "es razonable" por varios motivos: el primero de ellos, "porque ahora mismo lo que prevalece es una variante que ha demostrado tener menos virulencia".

En segundo lugar, la mayor parte de la ciudadanía está vacunada y/o se ha infectado, por lo que la población es menos susceptible a contraer una infección grave. Por último, hay disponibilidad de tratamiento frente a la covid-19.

No obstante, los médicos de urgencias indicaron que, en este contexto, "la pandemia debe de ser controlada con otros indicadores más importantes, como el índice de hospitalización o ingreso en UCI; y que deben ser los profesionales sanitarios los encargados de la decisión de diagnosticar o no la enfermedad mediante una PCR".

NUEVOS INDICADORES

Asimismo, estos profesionales consideraron muy importante la inclusión de un indicador de porcentaje de positividad en las pruebas realizadas en los servicios de urgencias hospitalarios, así como indicadores de drenaje de estos servicios (porcentaje de pacientes pendientes de ingreso con más de cuatro horas de espera en urgencias sobre urgencias totales atendidas).

Por otra parte, creyeron relevante la administración precoz de tratamiento a pacientes vulnerables en los servicios de urgencias con criterios de progresión de la enfermedad.

A este respecto, el coordinador del Grupo de Infecciones en Urgencias de Semes (Infurg-Semes), el doctor Juan González del Castillo, comentó que es importante seleccionar a qué pacientes diagnosticar de covid-19 a partir de ahora, ya que “si no es un paciente vulnerable o tiene criterios de tratamiento o aislamiento, no es lógico diagnosticarle”.

No obstante, el experto advirtió de que “no debemos ser absolutistas y tenemos que trabajar con sentido común. Si un joven de 20 años tiene covid-19 pero vive con una persona inmunodeprimida o trabaja cara el público, sí debemos hacer un diagnóstico de enfermedad covid-19 porque puede contagiar a personas vulnerables”.

En este sentido, el doctor González del Castillo apuntó que “este es uno de los puntos donde flaquea la postura del Ministerio de Sanidad, ya que debería dejar a criterio de los profesionales sanitarios si diagnostica o no, según las circunstancias del paciente, convivientes y tipo de trabajo”.