Desde hace siete años, la población padece una crisis humanitaria permanente con un fuerte impacto en sus vidas, desde restricciones en su movimiento, a poca disponibilidad de medios básicos de vida y graves consecuencias para su salud.

Más del 30% son personas mayores, existen serias dificultades para tratar las afecciones crónicas, y alrededor del 35% de los centros de Atención Primaria han sido dañados debido al conflicto, unido a la falta de recursos del sistema sanitario.

La entidad indicó que en estas zonas no existe una unidad de cuidados intensivos para pacientes infecciosos, también falta personal sanitario especialista como endoscopistas o médicos de laboratorio. Por otro lado, escasea el personal médico y profesionales cualificados, así como el suministro de oxígeno, falta de farmacias y un agotamiento crónico del personal de salud por las condiciones y el exceso de trabajo.

Asimismo, en plena pandemia por la covid-19 el sistema se ha enfrentado a numerosas dificultades debido al conflicto que afecta a la disponibilidad y accesibilidad de los servicios sanitarios esenciales. Más del 37% de la población ucraniana está vacunada y el número se reduce drásticamente en las regiones afectadas por el conflicto, llegando a un 16% en Donetsk y 13% en Luhansk.

Es por ello que Médicos del Mundo pide al Gobierno ucraniano que aumente su apoyo a las personas que viven en las regiones afectadas por la crisis y que refuerce el sistema sanitario. También recalcó la necesidad de garantizar la libertad de movimiento y la seguridad de la población civil, y del personal médico y humanitario.