En un comunicado, la organización se muestra preocupada por el optimismo de los Estados, agencias de Naciones Unidas y ONG sobre la paz y la reconstrucción en Liberia, que está dejando de lado las necesidades urgentes e inmediatas de la población.

"Los combtes en el condado de Bong, en el noreste de la capital liberiana Monrovia, suponen una grave amenaza para miles de personas que huyen atemorizados tras dejar atrás sus casas y campos.

La semana pasada más de 50.000 desplazados -incluidos los pacientes enfermos de un centro nutricional y de un centro de cólera de MSF-y un número indeterminado de campesinos tuvieron que huir aterrorizados de los campos de Maimu y Totota.

En estado de shock, estas personas, que buscan refugio y algo de asistencia,explican cómo es la violencia de la que han escapado: palizas, torturas, violaciones y saqueos.Además, cuentan que lo han perdido prácticamente todo.

"Es imposible hablar de paz y reconstrucción cuando todavía hay miles de liberianos amenazados por la guerra y sin ningún tipo de protección ni asistencia" concluye.