En un informe publicado en Luanda, la capital de Angola, la organización señala que las actuaciones y la desidia, tanto por parte del Gobierno angoleño como por parte de los rebeldes de la UNITA, contribuyen a intensificar las continuascrisis humanitarias en un país devastado por la guerra.

Según denuncia Médicos sin Fronteras, los civiles permanecen fuera del alcance de la asistencia de las organizaciones humanitarias debido a la inseguridad y a la falta de acceso negociado. "Como resultado", añade, "miles de personas enfermas y desnutridas no tienen más remedio que huir de nuevo en busca de ayuda".

A pesar de que el Gobierno angoleño asegura tener el control del 90% del territorio, las condiciones básicas para proporcionar asstencia humanitaria sólo existen en una parte muy pequeña del país. "En gran medida esto es debido a que la comunidad internacional y las partes implicadas en el conflicto jamás han tenido como prioridad la negociación del acceso para proporcionar una asistencia neutral e imparcial, privando así a las poblaciones afectadas del derecho a recibir apoyo humanitario", explica la organización.

Con este informe Médicos sin Fronteras ha querido denunciar la situación en Angola donde, según estimaciones de laONU, cerca de 500.000 personas están fuera de las organizaciones de ayuda.