En su opinión, "la escalada de violencia que está siendo alimentada no corresponde a los objetivos iniciales e pacificación del país y de apoyo a la ayuda humanitaria que el pueblo somalí necesita".

En un comunicado hecho público hoy, la organización lamenta "que se intente confundir las acciones de castigo dirigidas a uno de los 'Señores de la guerra', con la búsqueda de una solución global la cual está siendo marginada".

Médicos sin Fronteras insiste en que esta situación es "un paso atrás después de las intensas negociaciones entre las Naciones Unidas y las diversas fracciones somalíes, y vuelve inútles los progresos logrados en la reconstrucción de la sociedad somalí".

Según esta órganización médica, en esta intevención llamada "humanitaria-militar" se esconde la violencia con fines "político-militares" tras un argumento humanitario.

Médicos sin Frontera trabaja en Somalia desde noviembre de 1992 proporcionando asistencia médica a la población afectada por las consecuencias de la guerra.