Para evitar o mitigar estas molestias, los médicos de familia de semFYC recomiendan que los niños inicien el horario escolar cuatro o cinco días antes del comienzo del colegio.

Con esta medida, señalan los facultativos, se hace una adaptación progresiva al cambio de hábitos y se evita la ansiedad que genera una vuelta brusca a la rutina y a los problemas cotidianos.

"También es bueno que a los niños se les destaquen los aspectos más positivos asociados al colegio, como el reencuentro con los amigos o las actividades deportivas que allí hacen", añade semFYC.

No obstante, subraya la doctora Marisa Valiente, vicesecretaria de semFYC, aunque el llamado síndrome posvacacional afecte a pequeños y a mayores, "lo esencial es tener en cuenta que no estamos ante una enfermedad y que, en consecuencia, no hay que concederle demasiada importancia a las molestias que este síndrome provoca".

La consulta al médico de estas molestias, incide esta profesional, "sólo está justificada si persisten más allá de las dos semanas".

REGULAR EL RELOJ BIOLÓGICO

Los médicos de familia de semFYC han colgado en su página web (semfyc.es) recomendaciones para afrontar este trastorno.Entre ellas, los profesionales aconsejan regular los horarios y el reloj biológico los días previos a iniciar el trabajo.

Es bueno dejarse al menos dos días del final de las vacaciones como periodo de adaptación y, si es posible, es aconsejable regular progresivamente la intensidad de la actividad que se realiza en el trabajo, señalan los médicos de familia, que indican igualmente que es importante dormir más horas los primeros días de incorporación al ámbito laboral, con un horario bien regulado.

Psicológicamente, la doctora Valiente recomienda desterrar la idea o sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo y, por tanto, que uno es sinónimo de placer y el otro lo es de malestar y sufrimiento.

"Por eso", dice, "resulta especialmente aconsejable planificar actividades gratificantes para los días laborales, buscando un tiempo para el ocio. Hay que empezar el curso como un periodo vital en el que se pueden desarrollar nuevas tareas para el desarrollo personal".