El alcalde de la localidad, Antonio García Martínez Reina, ha explicado a Servimedia que el médico, especializado en ginecología, ejó Caravaca de la Cruz en los años cincuenta para ir a vivir a Alicante, donde murió en 1990. Añadió que "para nosotros ha sido una gran sorpresa, porque gestos altruistas como esos escasean hoy en día".

El médico Alfonso López, que era soltero, dejó establecido en su testamento que la Fundación dedicará sus fondos para becas a niños de más de diez años. La Fundación se llama Alfami, como resultado de unir la primera sílaba del nombre del fundador con el de su madre, Facunda, y el de su padre, Miguel

Alfonso López Alvareza dejó también reflejado en el legado, que data de 1950, aunque fue ratificado en 1984, que los becarios serán propuestos por los maestros y los directores de escuela, y que "en ningún caso prevalecerá en la concesión de la beca influencia, sino justicia".

Martínez Reina explicó que "el médico trata con la fundación perpetuar el recuerdo de sus padres si ello contribuye a dar luz a inteligencias privilegiadas y oscurecidas por la falta de medios".

Agregó que "los estudintes deberán ser sobresalientes en al menos la mitad de las asignaturas para obtener una beca y que, con dos suspensos, ésta le será retirada".

El alcalde de Caravaca indicó también que el testamento impone "a perpetuidad" a los miembros de la fundación que dediquen 1.000 pesetas para pagar las misas de los aniversarios por la muerte de los padres del fundador.

La fundación, que en los próximos días elaborará su reglamento, está constituida por el obispo de la Diócesis de Cartagena, Javier Azafra el alcalde, el párroco de la localidad, un representante de la familia del médico y los directores de un colegio de EGB y de uno de secundaria.