El niño se precipitó por una ventana situada a unos 35 centímetros del suelo,desde un mirador de 4 metros de altura, en el pabellón sur de los jardines del Generalife, según expresa la denuncia a la que tuvo acceso Servimedia.

El denunciante afirma que en el lugar de los hechos no existía señalización alguna, ni la oquedad estaba protegida de ninguna manera. El pequeño cayó hasta parar en una bola de madera de una barandilla situada bajo el mirador. Milagrosamente, Héctor sólo sufrió una fractura de fémur.

El médico granadino expresa en la denuncia que el Patronato y la aministración andaluza de cultura "no sólo deben velar por las bellezas artísticas de nuestro patrimonio, sino también por la integridad física de sus visitantes".

El secretario en funciones de la Alhambra y el Generalife envió, tras el accidente, una carta al médico en la que pedía disculpas y advertía sobre la dificultad de garantizar la seguridad en monumentos como éste.

La denuncia se materializó esta mañana a pesar de asegurar los gestores del monumento que la abertura donde se produjo el accdente ha sido protegida con una tela metálica adecuada.