Este sistema se aplica en Italia, donde los medicamentos se dviden en tres categorías: los de la clase A, para enfermedades graves y crónicas, son gratuitos; los de la clase B, no esenciales pero potencialmente útiles, requieren un 50 por ciento de copago, y el resto o clase C los paga el paciente íntegramente.

Según IC-EV, este sistema permite que los enfermos crónicos, de edad avanzada o de menos de seis años, según sus ingresos económicos, estén exentos de pago.

La coalición señala que algunos laboratorios han bajado el precio de algunas especialidades n un 25 por ciento, con el objetivo de resituarlos en la clase A. Además, indica que el gasto farmacéutico total bajó de 15,04 al 11,71 billones de liras entre 1993 y 1994.

Asimismo, propone establecer precios de referencia, impulsar la comercialización de medicamentos genéricos y modificar los formatos de los envases, adecuándolos a las necesidades reales de los usuarios.

Además, exigen la reforma de la Ley del Medicamento, para que a los actuales criterios que se exigen para registrar un nuevo edicamente se añada el de necesidad. Finalmente, IC-EV pide incentivar medidas que ayuden a los médicos a prescribir mejor los fármacos.