Estos datos, procedentes de un informe del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) titulado "La Reforma Educativa y los Centros Específicos de Educación Especial" y referido a las zonas donde el MEC tiene competencias, señalan que la desaparición de muchos de esos centros, que imparten niveles de EGB y FP de primer grado para chicos de edades comprendidas entre 6 y 16 años, ha ido acompañada de un descenso del alumnado.

Así, mentras en el curso 1984-85 se matricularon un total de 18.105 alumnos en centros públicos y concertados, el pasado curso fueron 11.490.

A juicio del MEC, la puesta en marcha del Programa de Integración, que ha permitido escolarizar en centros ordinarios a una parte significativa de alumnos con necesidades educativas especiales, y el progresivo descenso demográfico, son las causas de la reducción de centros de Educación Especial.

Así, durante el pasado curso 954 alumnos con necesidades educativas speciales estudiaron en centros ordinarios, principalmente públicos, cuando durante el primer año de experimentación del Programa de Integración eran sólo 181. Ese programa, que empezó en 1985, concluirá el próximo curso.

Según los autores del documento del MEC, en 1984 todavía era importante el número de niños con deficiencias sensoriales que, sin otra deficiencia asociada, eran alumnos de centros especiales y que ahora están incorporados en centros ordinarios.

Igual ha ocurrido con los alumnos on deficiencia motriz o con retraso mental, que actualmente son menos que los existentes en 1984.

Por el contrario, los centros de Educación Especial se han volcado en acoger a alumnos con limitaciones personales más graves, muchos de los cuales no recibían con anterioridad atenciones educativas.

RECURSOS HUMANOS

Por lo que se refiere a los centros públicos de Educación Especial, la gravedad de aprendizaje que presentan sus alumnos ha obligado a aumentar sus efectivos profesionales.

Así, e curso pasado, en los centros de zonas donde el MEC tienen competencias se contabilizaron 2.046 profesionales, entre profesores, psicólogos, educadores, trabajadores sociales, ATSS, fisioterapeutas y médicos.

Igualmente, aumentaron los recursos humanos en los centros ordinarios para atender a los alumnos con necesidades especiales. Durante el pasado curso fueron 2.805, de los que 2.437 trabajaban en centros de titularidad pública.

Sin embargo, según el informe, la implantación de la LOGSE y la exensión de la escolaridad obligatoria hasta los 16 años ha abierto serias dudas sobre cómo se aplicará en la Educación Especial.

"Es necesario", dice el documento, "que la Administración educativa ponga medidas para dar respuesta a estos alumnos en el segundo ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria", no sólo si los centros de Educación Especial han de organizar sus enseñanzas dentro del modelo estricto de este nivel, sino cómo se concreta el currículo, la atención a la diversidad de los alumnos, l iniciación profesional y la preparación para su incorporación posterior a la vida activa.

Con ese fin, este próximo curso 60 centros que anticipan la reforma y comienzan la Educación Secundaria Obligatoria admitirán en sus aulas a alumnos con necesidades educativas especiales.