Para MCA-UGT, el primer aspecto a valorar es la garantía de la empresa compradora de mantener durante cinco años una plantilla de 650 trabajadores, mientras que el resto de la actual plantilla (482 empleados) quedará vinculado a la SEPI, que aplicará planes de prejubilaciones, bajas incentivas y recolocaciones negociados con los sindicatos.

Además, según UGT, otro factor positivo es que el grupo alemán garantiza la continuidad de los recursos propos durante cinco años, así como la no venta de acciones, salvo participaciones minoritarias a socios estratégicos y siempre con el visto bueno de la SEPI.

UGT saluda también la constitución de una comisión de seguimiento tripartito del plan industrial de la empresa, que estará compuesta por el grupo comprador, la SEPI y los sindicatos representativos.

Para MCA-UGT, con este acuerdo entre la SEPI y Babcok Borsig se pone fin al proceso de intento de privatización de la empresa pública española de ms de dos años, que ha supuesto el deterioro progresivo de Babcock Wilcox, con pérdidas y bajas continuas en la cartera de pedidos.