La venta de pescado en la capital y los pueblos periféricos fue ayer mínima, como consecuencia de la decisión adoptada por los mayoristas, que protestan por las grandes cantidades de inmaduros que, a su juicio, son puestos a la venta en las pescaderías de la capital granadina, lo que está ocasionando, dicen, serios perjuicios económicossus establecimientos.

Sólo dos de los veinte mayoristas que hay en Mercagranada decidieron abrir ayer sus establecimientos, por lo que la venta apenas alcanzó los 5.000 kilos, cifra muy inferior a los 35.000 que suelen ser vendidos diariamente.

Tras mantener una entrevista con los responsables de Mercagranada, acordaron volver a trabajar hoy con normalidad, a la espera de los resultados que obtengan mañana durante la reunión que mantendrán en la Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucíaen Granada.

Por su parte, el Gobierno Civil de la provincia, al tener conocimiento de las protestas, hizo pública una nota en la que asegura que, a través de su sección de Derechos Ciudadanos, ha aplicado y tramitado correctamente las sanciones previstas en la legislación vigente por transporte de inmaduros.

Según los datos facilitados por el Gobierno Civil, en 1989 fueron aprehendidas casi 19 toneladas, mientras que en 1990 la cantidad aumentó hasta las 22 toneladas.

En lo que va de año hansido capturados por las autoridades 5.000 kilos de inmaduros. La última actuación policial, en la que fueron intervenidos 800 kilos de boquerones inmaduros, se desarrolló el pasado día 19.

Sin embargo, los mayoristas consideran que las autoridades políticas no actúan con contundencia en este ámbito y mantienen que la venta de inmaduros en la provincia granadina ronda los dos millones de kilos anuales.