Según los datos del departamento que dirije Angeles Amador, que coordina con el Ministerio de Justicia la distribución de objetores en el "Insalud", los jóvenes prefieren trabajar en hospitales o en centros de atención a ancianos y toxicómanos, ante que en cualquier otra administración.

Por otra parte, el Ministerio de Justicia prevé que serán más de cien mil los jóvenes que se declararán objetores de conciencia en 1994, lo supone un incremento de más del cincuenta por cien sobre año pasado.

Para hacer frente de forma urgente a este incremento, el ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, presentará esta próxima semana a sus compañeros de gabinete de Gobierno un borrador para la reforma del reglamento de la Prestación Social Sustitutoria. Los posibles cambios en la PSS prevén, entre otros puntos, un mayor control de la labor de los objetores de conciencia en los hospitales donde realicen su prestación.

Sanidad y Justicia han puesto en marcha un plan para colocar a seiscientos objetores en centros del "Insalud", aunque según ambos ministerios, este plan resultará insuficiente para absorber a todos los objetores si no se aplican planes similares desde las comunidades que tienen competencias sanitarias.

Belloch prevé una normaliación de la PSS en algo más de dos años, según apuntaron fuentes del Ministerio de Justicia, con un elevado coste. La progresión de objetores en los próximos años será proporcional a la regresión del número de jóvenes que elijan realizar el servicio militar.