Así, el servicio de cafetería del Círculo de Bellas Artes ha decidido catalogar el local como libre de humos, pese a tratarse de un espacio de más de cien metros cuadrados, a los que la ley permite el establecimiento de zonas reservadas para fumadores siempre que no superen el 30% de la superficie total del recinto.

Por su parte, la cafetería del Museo del Prado, con una superficie de cien metros cuadrados, ha optado también por prohibir fumar en todo el local, sin contemplar la posibilidad de habilitar espacios para los visitantes que quieran fumar.

Tampoco existen zonas para fumadores en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), que ha declarado tanto la cafetería como el restaurante zonas libres de humos.

Por lo que se refiere al restaurante y al bar del Casino de Madrid, ambos espacios serán, igualmente, zonas libres de humo, al igual que el resto del edificio del Casino.

Por el contrario, en el restaurante "Arturo" del Teatro Real, de 500 metros cuadrados, se ha habilitado por el momento una pequeña zona para fumadores, que posteriormente se separará mediante tabiques y en la que se instalarán sistemas de ventilación independientes dentro del plazo de 8 meses que concede la ley.

No obstante, los responsables de este local están aún pendientes de estudiar la viabilidad de las obras de adaptación, y en el caso de no ser posible la realización de las mismas, el recinto sería declarado en su totalidad libre de humos.

Por lo que respecta al restaurante del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, una de las instituciones culturales con más solera de la capital, por el momento se permite fumar en la totalidad de su superficie, al ser menor de cien menos cuadrados, aunque la dirección del centro puede modificar esta calificación en cualquier momento para establecer una zona libre de humos.