La medida fue acordada recientemente por la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia para acabar con el absentismo laboral y descontar de la nómina de los funcionarios las horas no trabajadas.

De acuerdo con las mencionadas fuentes, con carácter general los funcionarios introdujeron hoy su ficha en el reloj registrador, "con más o menos divertimento", actitud que no fue secundada de la misma manera por el cuerp de secretarios judiciales, que se han mostrado molestos con esta iniciativa.

Según Antón García, coordinador de la comisión gestora de CCOO de Justicia, su sindicato ya dio instrucciones la semana pasada a sus afiliados para que respetaran las normas fijadas por Justicia sobre el control de horarios.

El sindicalista comparó esta actitud con la de algunos secretarios judiciales, a quienes acusó de intentar boicotear hoy el acto de fichar del resto de los funcionarios, "estableciendo medidas de cotrol unilaterales, por su cuenta y riesgo, distintas a las ordenadas por Justicia".

Antón García dijo que varios secretarios no han hecho entrega de las tarjetas a los funcionarios de los juzgados e incluso algún juez ha requerido a los trabajadores para que le devuelvan las fichas magnéticas.

El dirigente de CCOO insistió en que tanto los funcionarios como los secretarios judiciales están obligados a someterse a los controles mecánicos de horarios y citó una resolución en este sentido adoptada pr el Consejo General del Poder Judicial en abril de 1988.

La jornada de trabajo en los juzgados y tribunales quedó fijada en 1987 en 37,5 horas semanales, de ocho y media de la mañana a tres de la tarde, más diez horas al mes, según las necesidades de servicio, y un sábado de cada tres, de nueve de la mañana a una de la tarde.