Ello no es óbice para que el 85 por ciento de los encuestados se muestre de acuerdo en que el diálogo es el mejor sistema para conseguir que los niño comprendan.

Ni para que la mitad de los entrevistados, el 51 por ciento, apoye que "a los niños hay que enseñarles a obedecer desde pequeños, aunque sea con castigos", actitud reforzada por el hecho de que sean menos los que piensan que "con castigos no se consiga nada con los niños" (el 43 por ciento) que los que están convencidos de lo contrario (el 45 por ciento).

Esas cifras aumentan si nos atenemos a las respuestas de quienes tienen hijos: el 73 por ciento son partidarios del "azote a tiemp" y el 57 por ciento de "enseñarles a obedecer desde pequeños, aunque sea con castigos".

Por otra parte, el 69 por ciento opinan que los problemas específicos de la infancia, como malos tratos, abandono o falta de atención adecuada inciden "mucho" o "bastante" en los menores españoles, mientras que el 17 por ciento creen que "poco".

La mayoría de los encuestados (el 52 por ciento) considera que la infancia está insuficientemente amparada por la ley y la inmensa mayoría (más del 85 por ciento) piesa que la legislación española debería ser más estricta con los padres que maltratan, abandonan, explotan o prostituyen a sus hijos.

En cuanto a la posible modificación de la edad penal, hoy establecida en los 16 años, el 46 por ciento de los españoles es partidario de modificarla, mientras que el 35 por ciento de mantenerla.

Sin embargo, no todos los ciudadanos que creen que debería cambiarse la edad penal son partidarios de elevarla, sino que casi uno de cada 5 de ellos piensa que debería reducrse.