La encuesta revela que la empresas exportadora española, independientemente de su tamaño, cree tener la infraestructura y medios adecuados para ofrecer un buen nivel de servicio a sus clientes.

Sin embargo, carecen de una planificación exportadora, ya que el 65 por ciento reacciona ante pedidos concretos y la mitad no realiza ninguna actividad de publicidad o promoción exterior, actitud muy común entre las empresas agrícolas y de calzado.

Sólo un 51 por cien dispone de un departamento de interncional, un 55 por cien piensa que no es necesario tener una red de distribución propia y un 29 por cien señala que la inversión exigida no sería rentable, dado el volumen de ventas.

Además, únicamente un 7 por cien cuenta con plantas de producción fuera de las fronteras españolas, que se sitúan generalmente en otros países europeos, como Alemania, Francia y Gran Bretaña, y en América del Sur. Los sectores con mayor actividad productiva en el exterior el refino de petróleo, química y farmacia.

Par el 35 por ciento de las empresas, la exportación es más rentable que las ventas en España, mientras que para un 23 por cien el margen de la exportación es inferior al doméstico.

Las que encuentran más rentable la exportación son las empresas agrícolas, de calzado y alimentación. Sucede lo contrario con las empresas de celulosas y papel, sobre todo.

Para el 75 por cien de las empresas encuestadas, la ayuda oficial más útil es la financiación y garantía de sus exportaciones, si bien también reconoen la utilidad de los planes de formación e información.

RECOMENDACIONES

Por otra parte, el estudio incluye una serie de recomendaciones que animan a las empresas españolas a abandonar su actual estado de excesiva confianza y tomar medidas para alcanzar una mayor competitividad en los mercados exteriores.

Las empresas exportadoras, según el informe, deben reconcer que la falta de competitividad obedece a sus elevados costes y a no los bajos precios de unan "culpable" competencia exterior.

l estudio recomienda la realización de inversiones y alianzas internacionales, una mayor diferenciación de imagen y calidad de los productos y la reasignación de esfuerzos hacia sectores de gran crecimiento a nivel internacional.

También aconseja una planificación de ventas sistemática, que considere producto, precio y comunicación, y promover la ubicación de centros productivos en el extranjero.