Así se deduce de la iniciativa puesta en marcha por la ONG Anesvad para testar las razones por las que los internautas llegan a visionar material de sexo en el que aparecen menores.

Según los datos obtenidos, cerca del 80% no busca ni placer ni morbo, sino que coquetea con este tipo de contenidos por curiosidad (41,22%) o sin ninguna razón específica (38,74%).

La iniciativa consistió en distribuir una dirección a través de chats, buscadores y páginas de contactos interpersonales sin explicar que era una campaña contra la pornografía infantil.

La página contenía un video en el que se simula el pago por abusar sexualmente de una menor. Cuando el agresor se acerca a la víctima se paraliza la imagen y aparece el mensaje "Tu curiosidad puede estar ayudando a los que manipulan y distribuyen material pronográfico infantil".

En los 15 días que ha durado la iniciativa han accedido a la página 144.317 usuarios, de los que 5.081 lo han hecho sin conocer la finalidad de la campaña.