Por ello, explicó, el Ministerio de Interior ha abierto un expediente informativo y ha decidido el cese cautelar del responsable operativo que ordenó la intervención.

La manifestación del domingo pasado se celebró a las puertas del Congreso para reivindicar la condonación de la deuda externa, y terminó con una carg policial que ocasionó varios heridos entre los manifestantes y la policía.

La diputada socialista Leire Pajín calificó de "brutal" la carga policial que, a su juicio, denota unas formas "propias de otra época" y una clara voluntad del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco José Ansuátegui, de reducir el número de manifestaciones que se producen en la capital.

Además, acusó directamente a Mayor Oreja de tratar de "matar al mensajero" suspendiendo cautelarmente al responsable de la operación, alvando así de las correspondientes responsabilidades al delegado del Gobierno.

Mayor Oreja le espetó que la lectura hecha desde el PSOE de los hechos es parcial y explicó que la manifestación se había desarrollado con "absoluta normalidad" hasta que "un grupo de 100 personas se salta el cordón policial e inicia una manifestación paralela que no está ni prevista ni comunicada".

"La policía", continuó, "presencia cómo ese grupo trata de acceder al Congreso y cómo pretende empapelar la fachada. La olicía trata de dialogar con los manifestantes para que desalojen la escalinata del Congreso. No les hacen caso y es en ese momento cuando, necesariamente, tiene que intervenir la policía".

Ante la parcialidad del relato que, según el ministro, había hecho la diputada socialista, Mayor Oreja dijo resistirse a la "demagogia universal" y pidió al PSOE que deje claro que "venir a empapelar el Congreso es una ofensa democrática, gratuita, absurda e intolerable y que la primera obligación de las Fuerzas deSeguridad del Estado es evitar que lo consigan".