"El emplazamiento a Herri Batasuna", indicó, "es que liberen a Ortega Lara, porque está en sus manos, y en ese sentido yo estoy seguro de que estaríamos ante un auténtico gesto significativo de cara a la paz".

Mayor Oreja subrayó que, con la detención de José Luis Urrusolo Sistiaga, es precisono caer en triunfalismos ni en errores cometidos en otras ocasiones, como cuando cayó la cúpula etarra en Bidart.

El ministro, que participó en Vitoria en la clausura del séptimo congreso de Nuevas Generaciones del Partido Popular del País Vasco, aseguró también que la violencia callejera es un nuevo fenómeno de terrorismo y señaló que en su solución es clave la respuesta de la juventud democrática a la minoría violenta.

A su juicio, la violencia acabará "en la medida en que haya una mayoría de jvenes vascos que acierten en la respuesta a esas nuevas fórmulas de terrorismo que sin duda ninguna van a padecer y están padeciendo ya, y que está claro que son sus máximos adversarios para su futuro".

Mayor dijo que "las algaradas callejeras son el último cartucho de ETA y la lucha más grave y trascendente a la que se enfrenta la sociedad vasca". Animó a responder desde la democracia y la imaginación, y añadió que el País Vasco vive una etapa crucial para su pacificación.

"Se acabó de una vez pr todas el torcer la vista a la izquierda. Herri Batasuna no es ya un referente político al que atender, sino solamente un referente violento que ya no aporta nada", indicó.

Por su parte, el presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, se refirió a los jóvenes violentos que se mueven en el ámbito de Jarrai, las juventudes de HB que promueven numerosos altercados violentos, a los que calificó de "descerebrados" y "escoria de la sociedad vasca"