Mayor Oreja compareció por primera en esta Legislatura en la Comisión de Interior para dar cuenta de los objetios de su departamento para los próximos cuatro años.

El primer punto de su intervención se centró en analizar la situación en el País Vasco. Tras hacer un recorrido por la evolución de los acontencimientos desde el anuncio de la tregua de ETA en septiembre de 1998, Mayor Oreja explicó que el Ejecutivo no realizó negociaciones políticas con la banda terrorista y reiteró que la paz "no tiene ni tendrá nunca un precio político".

Mayor Oreja anunció que tiene previsto un plan de acción para potenciarla efectividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado frente a ETA. Valoró la colaboración antiterrorista con Francia, y adelantó la celebración de una cumbre bilateral con Bélgica para los días 27 y 28 de este mes.

Según el titular de Interior, es prioritario la "firmeza democrática" frente al nacionalismo vasco, que, en su opinión, "está en crisis".

EL PNV PIDE EL CESE DE VILLAR

Por su parte, el portavoz del PNV, José Juan González de Txábarri, acusó hoy a Mayor Oreja de actuar como candidatodel PP en Euskadi, con un "abuso de sus funciones" como ministro.

González de Txábarri le recordó en que "no tiene legitimidad constitucional" para insistir en un cambio político en el País Vasco y le responsabilizó de pretender la "asfixia" y el "tensionamiento sistemático" de la sociedad.

Tras advertirle de que su partido no va a renunciar a los principios democráticos que "sostienen el Pacto de Estella", el diputado peneuvista dijo al ministro que debería de realizar "autocrtítica y asumir susresponsabilidades" por los errores cometidos para llevar al País Vasco a la situación actual.

Añadió que la "paz tiene un precio político altísimo", y citó como ejemplo lo sucedido en Chechenia, Kosovo y Palestina. De igual manera, precisó, los que trabajan por la paz, e incluso las víctimas de ETA, "pagan un precio por la paz".

Criticó la campaña de "acoso y derribo" que mantiene contra el PNV con un "torpedeo sistemático" y le exigió la dimisión del delegado del Gobierno, Enrique Villar.

"or dignidad e higiene política Villar tiene que dimitir porque no ha cumplido las predisposiciones constitucionales y estatutarias. Infringe la legalidad y alardea de ello", declaró.

REPROCHE DEL PSOE

El portavoz del PSOE, Ramón Jáuregui, reprochó al ministro que no citara ni una sola vez la colaboración con la Ertzaintza en la lucha contra ETA, algo que calificó de "inadmisible" porque no existe "ninguna excusa" para que las policías autonómicas y estatales no colaboren y se coordinen.

"Las poémicas, que continúan hoy, en este asunto son deplorables, y mi grupo no ha querido intervenir en esta bronca partidaria entre ambos gobiernos por respecto a las víctimas en primer lugar y por seriedad política, en segundo lugar", dijo Jáuregui.

Según el PSOE, "una cosa es la estrategia antiterrorista y otra la política a seguir en el País Vasco". Jáuregui aseguró que su partido "estará siempre junto al Gobierno" contra ETA pero le instó a buscar el consenso político y el "entendimiento con las fuerza democráticas en Euskadi para orientar la superación de la violencia".

Begoña Lasagabaster, portavoz de Eusko Alkartasuna, (EA) expresó su preocupación y "miedo político" al plan de efectividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado anunciado por Mayor Oreja. Asimismo, le acusó de "no tener preocupación por ETA, sino por el pensamiento político vasco. Esto es una injuria", manifestó.

Desde CiU, el portavoz Manuel Silva, sugirió al ministro del Interior que, para abordar el problema vasco, muchas eces "debe quitarse el tricornio y ponerse la chapela".

Silva le advirtió de que no puede confundir al adversario político con el enemigo, que es ETA, no el nacionalismo, y le solicitó que desterrara de su vocabulario como ministro expresiones como "la ofensiva nacionalista".

El diputado de IU, Felipe Alcaraz, criticó que el Gobierno sólo apueste por la vía policial, y le acusó de subir, junto con el presidente del Gobierno, "cada vez más el listón" de la crispación con sus declaraciones.