MAYOR NIEGA QUE EL PRESO ETARRA SUICIDADO FUERA VIOLADO POR PRESOS COMUNES
- Asegura que Hernando no había hecho público su alejamiento de ETA
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El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, negó hoy que el preso etarra Juan Carlos Hernando hubiera sido violado analmente por presos comunes durante el tiempo en que permaneció recluido en la prisión de Albacete, tal y como afirmó ayer un familiar suyo.
Myor, en rueda de prensa, afirmó que el preso etarra suicidado "no ha sido objeto de ninguna violación", y se preguntó al respecto del origen de la noticia: "No sé cómo por el hecho de que la hermana de alguien ha dicho qué se puede trasladar una acusación tan grave".
Agregó que el etarra "no ha sufrido ninguna violación y ese testimonio personal y familiar será todo lo increíble que se quiera, pero es cierto que no tiene ninguna dosis de verosimilitud".
Asimismo, el titular de Interior negó que Jan Carlos Hernando hubiera manifestado su propósito de alejarse del entorno de ETA, como también informó ayer un familiar suyo.
Mayor Oreja relató que el preso etarra suicidado "hacía una vida normal respecto de los demás presos de ETA. Convivía con ellos y seguía en determinados momentos sus instrucciones y otro tipo de iniciativas".
Del mismo modo, explicó que Hernando "no se destacó porque públicamente hiciese una expresa referencia de abandono de la disciplina de la organización".
"Lo qu uno es incapaz de determinar", agregó, no obstante, "es si en el fondo de su conciencia estaba más o menos desvinculado de la organización, pero no hay motivos para pensar que tuviese una posición ya contraria a la organización".
Al respecto subrayó que Hernando era un preso con una condena reducida -de seis años-, "y no un preso muy comprometido en el sentido tradicional del término respecto de la organización".
AGRESION POR LAZO AZUL
Por otra parte, el director general de Instituciones Penitnciarias, Angel Yuste, admitió que un preso común recluido en la prisión Tenerife II había sido objeto de dos agresiones por parte de cuatro presos etarras por portar en la solapa un lazo azul.
Yuste recalcó que fue "un incidente de no excesiva gravedad" y que se corrigió, "como se corrige cualquier tipo de infracción en el medio penitenciario, con el límite legal que supone el aislamiento".
Yuste, preguntado por el clima de tensión social en el interior de las cárceles entre presos comunes y etaras generado tras el asesinato de Miguel Angel Blanco, señaló que la situación en los centros "está normalizada".
En este sentido, afirmó que si se produjera algún hecho que alterara esa normalidad "hay elementos también legales para corregir", al tiempo que enfatizó que "no debe darse más trascendencia a ese hecho".
(SERVIMEDIA)
23 Jul 1997
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