El debate comenzó con una acusación de Mayor a los socialistas de "mentir" a los electores al decir que el PP quiere abaratar el despido o recortar las pensiones, y con un alegato de López Aguilar en favor de no mirar "al pasado" para salir de la crisis.

En el primer bloque, dedicado a la crisis económica, comenzó con Mayor Oreja pidiendo a los electores que lean las cartas enviadas por ambos para ver "quién dice la verdad" porque nunca en sus años en política ha visto una misiva "tan llena de mentiras" como la del PSOE.

En contra de lo que se dice en esa carta, Mayor aseguró que el PP no pretende implantar la jornada de 65 horas porque de hecho votó en contra de la directiva, tampoco quiere abaratar el despido ni reducir las pensiones.

López Aguilar no entró a ese reto pero sí subrayó que en los años de gobierno del PP mermaron los ingresos del Estado y se recortaron las prestaciones sociales y los derechos de los trabajadores.

Defendió por ello su idea central de la campaña, que para salir de la crisis "no valen recetas del pasado" ni tampoco "explotar el malestar" de quienes la sufren sin proponer soluciones.

"PERDIMOS DOS AÑOS PRECIOSOS"

Esa distinción entre pasado y futuro fue aprovechada por Mayor Oreja para preguntar si pasado es crear cinco millones de empleos y futuro es poner a cuatro millones de ciudadanos en las listas del paro.

Si el PP no ayuda al Gobierno, sentenció, es porque negaron la crisis y "perdimos dos años preciosos" y ahora no se toman medidas, "no podemos apoyar ningún plan porque no existe".

Para López Aguilar, lo más relevante es que el PP lleva la contraria al Gobierno únicamente para desgastarlo, y para Mayor Oreja, que los socialistas pretenden culpar de la crisis "al universo entero" pero no a sus políticas, y por ello no tienen "ninguna credibilidad".

La economía siguió siendo el fondo del segundo bloque, las políticas sociales, ya que para Mayor Oreja no hay mejor medida en ese sentido que la creación de empleo pero para López Aguilar hace cincuenta años había empleo y los más débiles vivían "abandonados a su suerte" porque nadie garantizaba la igualdad de oportunidades.

López Aguilar advirtió de que en las elecciones "está en juego" un modelo social europeo, pero Mayor Oreja acusó a los socialistas de imponer valores acusando a los demás de hacerlo. La Europa social, sentenció, es "la del empleo, las personas y las libertades".

El candidato socialista arremetió contra lo que considera un intento del PP de imponer determinadas ideas, por ejemplo de familia, y para ejemplificar su defensa de las libertades, Mayor subrayó que en su etapa de ministro del Interior nadie fue procesado por crímenes de Estado ni hubo secretos de sumario filtrados a los medios de comunicación.

"SUPERIORIDAD MORAL"

En el bloque dedicado a los derechos y las libertades, Mayor acusó a los socialistas de hacer el recorrido "contrario" al de la Constitución, al buscar el aislamiento del PP y con él de la mitad de los españoles, y de trasladar ahora esa división a los valores.

La libertad, dijo, es para que los comerciantes puedan poner los rótulos como quieran, los padres puedan educar a los hijos en el idioma que deseen, y los médicos y farmacéuticos tengan garantizada la objeción de conciencia.

La reflexiones del candidato popular llevaron a López Aguilar a concluir que para Mayor "cualquier tiempo pasado fue mejor" y se retrata así como "un nostálgico de una etapa que ha pasado y ya no volverá" y en la que había una sola manera de sentirse español.

Ese bloque fue quizá uno de los más agrios en los términos. Mayor retó a los socialistas a abandonar "la superioridad moral" con la que defienden sus tesis, cuando algunos dirigentes del PP han acreditado su lucha de las libertades, junto a ex representantes socialistas como Rosa Díez o Nicolás Redondo.

López Aguilar respondió denunciando la "doble moral" con la que el PP se enfrenta al debate sobre las libertades, por ejemplo ante la ley del aborto, en la que acusó a este partido de intentar "criminalizar" la interrupción voluntaria del embarazo bajo cualquier circunstancia.

Sacó a relucir también la "falta de dignidad" y el "doble rasero" con el que el PP ha denunciado el uso de aviones militares por parte del presidente del Gobierno para acudir a actos electorales.

Denunció también lo que en su opinión es una "aberración", la comparación entre el aborto y los abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica, y ahí sí que Mayor Oreja respondió con contundencia al asegurar que la pederastia es "lo que más repugnancia me produce".

La acusación de que el PP defiende esos abusos como algo más justificable que el aborto es "otra falsedad" que responde sólo a la obsesión de los socialistas por "ridiculizar, retratar equivocadamente" a la oposición, dijo Mayor Oreja, para quien, en todo caso, la reforma impulsada por el Gobierno es el intento de transformar una tragedia en un derecho, "un disparate monumental".

EL REGRESO DEL "PEDIGÜEÑO"

En el último bloque, Europa en el mundo, ambos atribuyeron a sus respectivos partidos el mérito de haber conseguido fondos de cohesión, y se acusaron de las divergencias dentro de la Unión Europea.

López Aguilar recordó el calificativo de "pedigüeño" de José María Aznar a Felipe González, y Mayor no resaprovechó la ocasión de recordar que aquello sucedió en 1993, "es usted el que está en el pasado".

De nuevo al final del debate ambos candidatos regresaron al comienzo, al asegurar que serán las posiciones defendidas por cada uno de ellos las que lograrán sacar a la Unión Europea de la crisis.

López Aguilar concluyó pidiendo el voto para los socialistas porque "vemos oportunidades donde otros sólo ven amenazas", y Mayor lo solicitó para "empezar a cambiar el rumbo que hoy tiene España", dirigiéndose especialmente a quienes dudan a quién votar pero tienen clara la necesidad "de que las cosas cambien".