Igualmente, a los titulares de 4 pensiones se les ha supendido temporalmente su actividad y otros 9 establecimientos han sido multadas con 25.000 pesetas, la máxima sanción establecida en las ordenanzas municipales.

Estas actuaciones forman parte de una campaña de inspección, que Matanzo ha realizado a requerimiento de varias asociaciones vecinales, que le transmitieron sus quejas por el funcionamiento de dichas actividades.

El polémico concejal declaró que en esta iniciativa se ha quedado corto y que piensa continuar hasta poner fin a los focos de ifección en que se han convertido algunas pensiones del centro de la capital.

Por su parte, los propietarios de algunas de las pensiones clausuradas por Matanzo se mostraron sorprendidos al conocer la noticia.

La dueña de un hostal situado en Atocha, 115 declaró que los inspectores no llegaron a entrar en su pensión, ya que se quedaron en la puerta y tan sólo pidieron la hoja de reclamaciones. Añadió que todavía no ha recibido ninguna notificación oficial de la clausura.

Las inspecciones afecaron también a numerosos locales de ocio, bares, "pubs" y cafeterías del distrito, situadas principalmente en la calle Huertas.

Más de un centenar de establecimientos serán sancionados por presentar múltiples irregularidades, entre ellas, operar sin licencia, carecer de extintores en los locales, no presentar hojas de reclamación ni listas precios y realizar obras sin permiso.