En una jornada sobre inspección veterinaria en Mataderos y su incidencia en la salud pública que se celebró ayer, los veterinarios manifestaron que la proliferación de sustancias que consigun un mayor rendimiento de la producción animal dificulta su labor inspectora.

Por todo ello, opininan que no se puede hacer recaer sobre el inspector veterinario la responsabilidad del uso indiscriminado de sustancias prohibidas en la producción animal, por cuanto el control debe ser exhaustivo en las granjas.

También solicitan la introducción de sistemas de autocontrol y lo que ellos llaman control de puntos críticos, como son las granjas ganaderas.

A pesar de sus reivindicaciones, los veteinarios afirmaron ser conscientes de su responsabilidad en el marco de la salud pública y de la inspección sanitaria de productos alimentarios, de un tipo de producción tan compleja como la de la carne.