La policía cree que el asesino y su víctima, que todavía no han sido identificados, llegaron de fuera de la isla y ocuparon unas chabolas que se encontraban deshabitadas.

Al parecer, el agresor le propinó un hachazo en la cabeza a su víctima, a quien después quemó. Posteriormente, el cuerpo sin vida fue parcialmente devorado por perros que vagabundean por la zona.

La Guardia Civil de Mogán, municipio en el que ocurrió el suceso, detuvo al presunto homicida, que será puesto a disosición del juez en las próximas horas.