El encuentro, que fue retransmitido en directo por TVE-1, alcanzó una cuota de pantalla ('share') del 82,6 por ciento, es decir, de cada 100 personas que veían en ese momento la televisión 83 seguían el encuentro, que se zanjó con la derrota del equipo nacional con un resultado de 2-1 en contra.

Al igual que ocurrió en el partid contra Suiza, el número de espectadores estuvo muy por debajo de los casi 15 millones que llegaron a congregarse frente al televisor el pasado día 27 de junio para seguir el encuento entre España y Bolivia.

Según TVE, este descenso se debe a que los sistemas de audimetría reflejan durante los meses de verano niveles absolutos de audiencia inferiores a los reales, ya que una parte importante de los panelistas (individuos que constituyen la muestra sobre la que se elabora la estadística) se encuentran uera de su residencia habitual y ven la televisión a través de aparatos no conectados al sistema de audimetría.

Por su parte, el encuentro que disputaron anoche las selecciones de Rumanía y Suecia, y que supuso la clasificación para semifinales del equipo nórdico, fue seguido por 3.541.000 espectadores, aunque la cifra se incrementó hasta los 5.131.000 durante los lanzamientos de penaltis, a los que hubo que recurrir para determinar el ganador de encuentro.