La firma, en suspensión de pagos, llegó a un acuerdo con los trabajadores el pasado día 3 de abril para, en los próximos 15 días naturales siguientes, concretar la entrada de un nuevo inversor y ampliar el capital necesario en 1.000 millones de pesetas con elfin de hacer frente a las deudas acumuladas. De no ser así, la fábrica cerrará definitivamente sus puertas con una plantilla de cerca de 1.000 empleados.

La firma del convenio de acreedores para condonar la mitad de la deuda de Ferrys fue aplazada hasta el proximo día 15 de mayo, por decisión del juez encargado de administrar la suspensión de pagos que debía haber resuelto este tema el pasado 7 de abril.

Tanto la actual dirección de Ferrys como los sindicatos coinciden en que la salida a la actua crisis reside en la actitud de uno de los socios mayoritarios, la firma francesa, Devanlay con el 44% de las acciones que es contraria a una ampliación del capital, "ya que ha puesto en venta su participación a un precio demasiado elevado de 1.200 millones de pesetas", según un portavoz del comité de empresa.