En representación de UGT asistió al acto Inés Ayala, secretaria confenderal de Acción Social. También participó en la marcha el secretario general de la Iglesia Evangélica Filadlfia, Francisco Escudero, quien negó la conexión droga-raza gitana, reivindicó el derecho de los gitanos al trabajo y resaltó su condición de españoles.

Los manifestantes, que corearon gritos como "Drogas no, racismo no" y "Racismo no, trabajo sí", entregaron en las sedes de ambos ministerios un escrito con las propuestas y demandas del pueblo gitano a la Administración, elaboradas por el Departamento Confederal de Servicios Sociales de UGT.

Entre las reivindicaciones al Gobierno incluidas en el scrito figuran la tipificación del racismo como delito en el Código Penal, al tiempo que se reclaman planes de formación y el apoyo a la lucha contra la droga que ha iniciado la comunidad gitana.

UGT propone también la creación de una figura mediadora entre el niño gitano, la familia y la escuela para paliar los problemas de escolarización de estos menores.

Respecto a los planes para erradicar el chabolismo, el sindicato reclama a la Administración una política de vivienda social que permita a lo ciudadanos con menos recursos acceder a ellas y evite la construcción de nuevos guetos.

El sindicato socialista demanda también al Ejecutivo su apoyo a las cooperativas, como fórmula para consolidar las actividades económicas que ya viene desarrollando el pueblo gitano, como la venta ambulante.

La central socialista exige además medidas para conseguir la identificación real del gitano como ciudadano y trabajador, sin ligar su imagen a noticias negativas o conflictivas.

Los manifestantes, qu recorrieron las calles José Abascal y Zurbano, hasta desembocar en la plaza de San Juan de la Cruz, provocaron cortes de tráfico y retenciones de varios minutos en el Paseo de la Castellana y calles cercanas.