A la ceremonia asistieron, entre otras personalidades, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el delegado del Gobierno en esta comunidad, Alfonso Garrido, y el alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos.

Además se dieron cita en este último adis de Andalucía a don Juan de Borbón todos los miembros del Gobierno andaluz, la corporación municipal sevillana en pleno y numerosas autoridades civiles y militares. Entre los asistentes se encontraba también la duquesa de Alba, junto a un gran número de representantes de la nobleza sevillana.

El arzobispo de Sevilla elogió en su homilía la figura del conde de Barcelona por "su espíritu de lealtad y sacrificio, sin los que no podríamos entender la historia reciente de España". "Las decisiones que don uan tomó mientras vivía no permanecen vivas en los acontecimientos posteriores".

"El amor que demostró a su patria, a su familia y a su hijo", agregó monseñor Carlos Amigo, "supusieron un gran sacrificio y una ejemplaridad que ayudan a comprender y a guardar preceptos y valores fundamentales de los hombres".

En referencia a la afición del conde de Barcelona por la navegación, el prelado afirmó que "es grande la esperanza de llegar al puerto de la misericordia y del eterno descanso con Dios", al tempo que destacó "su constante profesión de fe cristiana (...), su capacidad de entrega y su servicio a la comunidad".