En un comunicado de prensa, Greenpeace asegura que Novartis cultiva en campos de Cataluña, Aragón, Navarra, Castilla y León, Extremadura y Andalucía dos variedades de maíz transgénico (Compa Cb y Jordi Cb).

Los ecologistas recuerdan que una encuesta entre médicos de la Sociedad Internacional de Quimioterapia refleja que sólo el 2 por ciento de estos profesionales consideran seguro este maíz, frente al 57 por ciento que opina que debe ser prohibido inmediatamente.

Según Greenpeace, la posición a los alimentos transgénicos, muy especialmente a aquellos con genes de resistencia a antibióticos, va en aumento. El maíz transgénico de Novartis, señalan los ecologistas, tiene insertado un gen de resistencia a la ampicilina que podría inactivar no sólo a este antibiótico, sino a otros muchos, entre ellos la penicilina G y V, la amoxicilina y la propicilina.

Finalmente, esta organización asegura que España es el país europeo más permisivo ante este "peligroso" maíz y el que mayor extensión ultivada tiene.