Este plan, que pretende aumentar la seguridad de los locales y personas dedicados al comercio de joyas, se centrará en la puesta en marcha de medidas preventivas, investigaciones exhaustivas y seguimiento del tráfico ilegal.

Para ello, se ofrecerá más protección a los viajantes y representantes de joyería, se analizarán los lugares que registran mayor incidencia en este tipo de delitos, se perseguirá tanto a los autores como a su red de compradores, y se hará un especial hincapié en la salida ilegal de mercancía robada a través del control de mercancías y equipajes en carreteras, puertos y aeropuertos.