En una entrevista que publica hoy el diario El País recogida por Servimedia, Mas señala que "nunca he estado rabioso o deprimido" y que siempre ha intentado mantener "un tono sereno", para acto seguido añadir que no niega que está "decepcionado" por cómo el Partido Socialista ha hecho las cosas.

Detalló que "nosotros (CiU) hemos practicado juego limpio con el Partido Socialista durante estos tres últimos años. Lo hemos demostrado con pactos muy importantes, incluso al máximo nivel con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por sentido de país, porque Cataluña es nuestra prioridad, y por sentido de Estado".

Por tanto, apostilló, "siempre esperas que la otra parte también lo practique. Y desgraciadamente, pese a la contundente victoria de CiU, no ha sido así".

A su juicio, critica que el Ejecutivo socialista no jugase limpio y alteró la "confianza mutua" entre los partidos, que se basaba en que "quien gane las elecciones pueda gobernar en solitario o en coalición, o al menos se le permita intentarlo, cosa que ni tan sólo se nos ha permitido".

Sin embargo, señaló que no se refiere a pactos porque en ese caso tendría que referirse "a términos de traición. No lo he hecho ni lo haré nunca. No me siento traicionado, pero la desconfianza es total y absoluta con el más alto nivel de la dirección socialista. La confianza está bajo cero".

Más apuntó que en CiU "hemos jugado con las cartas sobre la mesa y otros se han revelado como jugadores aventajados porque tenían cartas escondidas".

El dirigente catalán reconoció que en tras conocer los resultados de los comicios, sólo daba por perdida la presidencia en un 90% porque "confiaba en que los socialistas actuasen con sentido de país y de Estado, porque lo que ocurre en Cataluña tiene repercusiones en el conjunto de España. Y también porque, ante un resultado tan contundente, creía que ERC se lo replantearía".

Sobre el cambio de las relaciones, a nivel parlamentario, entre PSOE y CiU, Más señaló que "la política se basa en la confianza entre personas y cuando se rompe, sobre todo en lo más alto, se rompen muchas cosas"

Añadió que "las relaciones están en 'stand by' (punto muerto). Tenemos las manos libres y no tenemos compromisos con nadie. Esperamos que, con hechos, el Gobierno español demuestre que está dispuesto a colaborar. Pero no nos van a impresionar las buenas palabras o las alfombras rojas y, por supuesto, no cubriremos las espaldas a nadie".

"La confianza se ha roto en mil pedazos, como un espejo. Y aunque quieras recomponerlos y pegarlos, el espejo nunca vuelve a ser el original. De momento estamos recogiendo los pedazos", agregó el líder de CiU.