MAS DE CIEN COOPERATIVISTAS DE SAN MARTIN DE LA VEGA ACUSAN A LA PROMOTORA Y A LA CONSTRUCTORA DE ESTAFA
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Los vecinos de la cooperativa de viviendas Santa Elena, ubicada en el municipio madrileño de San Martín de la Vega, en el polígono conocido como Ferrochicos, han iniciado los trámites jurídicos para acusar de estafa a la empresa Gestión de Cooperativas S.A. (Gescosa) y a la firma constructora Madrid Sevilla S.A. (Masesa).
Según informaron a Servimedia los cooperativistas, la empresa constructora Masesa y la promotora Gescosa son las responsables de una supusta estafa que supera los 90 millones de pesetas, dinero que estaba depositado en una cuenta del Banco Hipotecario y por incumplimiento en los plazos de ejecución y entrega de llaves no correspondía a estas empresas.
La empresa gestora de la cooperativa aseguró a los vecinos, según relataron estos, que en ningún momento firmó el documento que le permitiera a la constructora cobrar del Banco Hipotecario los 90 millones y que desconocen cómo ha obtenido los fondos.
Gescosa ha recibido hasta el mometo 70 millones en gastos de gestión y Masesa está en quiebra, según informaron los vecinos.
Los propietarios aseguraron que la diferencia entre el precio inicial de las viviendas y el final supera los 3 millones de pesetas y que a la entrega de llaves, el pasado 25 de julio, sus casas no tenían agua, luz y cédula de habitabilidad.
DE 5 A 9 MILLONES
La empresa Gescosa comenzó hace cuatro años la gestión de dicha cooperativa, formada por 104 socios, cada uno de los cuales debía pagar entre 4.000.00 y 5.800.000 pesetas más IVA por viviendas de entre 75 y 100 metros cuadrados.
La promotora acordó con los futuros propietarios que el precio de las viviendas al final de la ejecución no superaría en más de un 10 por ciento el coste inicial, según indicó a Servimedia José Luis Martínez, propietario de una de las viviendas.
En abril de 1991, Gescosa reune a los socios y les comunica que por mejoras añadidas en las viviendas el precio de las más caras pasa de ser 5.800.000 a 8.490.000 pesetas incuido el IVA, según el relato de los vecinos.
Las mejoras que repercutían en la subida del precio estaban relacionadas con materiales e instalaciones que, según los cooperativistas, ya estaban previstos en la memoria inicial, como aislamientos de terrazas, vierteaguas, instalación de gas propano, carpintería, fontanería e incluso los circuitos eléctricos.
Tras el reajuste económico comunicado a los dueños de las viviendas, una especie de bungalows distribuidos en tres niveles, se les emplazó para a entrega de llaves hasta octubre de 1991.
Sin embargo, en septiembre del mismo año Gescosa pidió a los propietarios un millón de pesetas más para concluir sus viviendas, alegando que "el arquitecto se ha equivocado en la medición del enfoscado de las fachadas y éstas miden 1.000 metros cuadrados más de lo previsto, por lo que el precio es más alto", según José Luis Martínez.
El precio final abonado por los propietarios de las viviendas de 100 metros ha sido de 9.553.000 pesetas más IVA y las llaes se entregaron finalmente el pasado 25 de julio.
Solamente la mitad de los vecinos que compraron viviendas en esta cooperativa han podido ocupar sus casas porque, según aseguraron, sólo tienen luz de obra, no tienen cédula de habitabilidad y las llaves generales del agua están cortadas.
(SERVIMEDIA)
08 Ago 1992
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