Según informó hoy el Ejecutivo insular, la ayuda consiste en un pago único de 350 euros y los requisitos que deben cumplir los solicitantes son, fundamentalmente, tener reconocida una pensión de jubilación e invalidez en su modalidad no contributiva, carecer de vivienda en propiedad, ser arrendatario de una casa en la fecha de la solicitud, no tener una relación de parentesco de hasta el tercer grado con el arrendador y tener fijada su residencia habitual en la vivienda alquilada.

Si en la misma vivienda alquilada conviven dos o más personas que tuvieran reconocida una pensión en su modalidad no contributiva, sólo tendrá derecho a este complemento el que sea el titular del contrato de arrendamiento o, de ser varios, el primero de ellos. Hasta el momento se han presentado 1.321 solicitudes, de las cuales ya se han pagado 909.

La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, manifestó que "esta actuación contribuirá a mejorar la calidad de los ciudadanos que reciben este tipo de pensión y que viven actualmente en régimen de alquiler".