La ausencia de incidentes y la colaboración de las empresas navieras, que este año aumentaron el número de viajes para garantizar la fluidez, han sido las notas características de la operación, según Evelio Jiménez.

Un total de 751.763 pasajeros y 160.532 coches fueron transportados por los buques, siendo la tardanza media de embarque de tres horas de espera.

La "Operación paso del Estrecho"tiene como objetivo garantizar la seguridad y prestar la atención necesaria a los emigrantes magrebíes que durante los meses de verano se concentran en los puertos de Algeciras, Málaga, Almería, Ceuta y Melilla, puntos de embarque hacia sus destinos.

Estos emigrantes trabajan en Europa y regresan a sus países de origen para pasar sus vacaciones estivales en ellos. La mayoría viajan con toda su familia y parte de los enseres domésticos y conducen muchas horas seguidas y con gran tensión, debido a que qieren llegar a su destino lo antes posible.

La Dirección General de Protección Civil puso en marcha el pasado 20 de junio, por quinto año consecutivo, esta operación, que movilizó a cerca de 2.000 personas, de las cuales 300 fueron voluntarios de Cruz Roja.

SIN MEDICOS

El mayor problema de este año estuvo centrado en que varios médicos rechazaron trabajar en la operación para atender a los emigrantes, que padecen principalmente lipotimias debidas al calor, problemas oculares y estados nerviosos

Diez días después de comenzar el dispositivo, aún no había facultativos disponibles para asistir a los enfermos. La carencia de médicos provocó que una azafata magrebí, perteneciente a la naviera Comarit, tuviese que ser asistida en un centro de socorro de urgencia de un cólico nefrítico.

Los servicios de atención sanitaria fueron realizados "in situ" y sólo en los casos más graves los enfermos fueron trasladados a centros hospitalarios.

Los voluntarios de Cruz Roja dedicaron también parte e sus esfuerzos a la búsqueda de personas perdidas, gestionar documentaciones extraviadas, asistir a vehículos averiados y prevenir robos.

Durante la operación, más de una treintena de marroquíes intentaron cruzar en pateras el Estrecho y entrar ilegalmente en España. Sin embargo, fueron detenidos por los efectivos de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil.

Otra novedad consistió en que este año se exigió por primera vez a los ciudadanos norteafricanos el visado de entrada en España, lo que prvocó un ligero descenso en el tránsito de pasajeros.