Según recuerda el Consistorio, la Casa de Campo es un parque forestal de 1.722 hectáreas de superficie y cuenta con una masa arbórea de pinos y encinas. Debido a estas características, durante la época estival existe riesgo de incendios forestales, por lo que es necesario disponer de un operativo específico para hacer frente a estas situaciones.

Con la finalidad de detectar y localizar posibles conatos de incendios, existe una red de vigilancia formada por dos torres con servicio las 24 horas del día. La tarea preventiva, que tiene como objetivo romper la continuidad del combustible vegetal, se acomete mediante la creación de barreras que dificultan la propagación del incendio, tanto horizontal como verticalmente.

Para los trabajos de extinción, el servicio cuenta con tres retenes forestales denominados de "pronto ataque", integrados por un equipo de 27 personas y 10 vigilantes para las torretas. En cuanto al material, disponen de tres autobombas forestales, un camión y dos vehículos todo terreno de extinción.

Este operativo funciona las 24 horas del día los siete días de la semana y está preparado para intervenir en cada incidencia con un tiempo de respuesta inferior a diez minutos. Los citados equipos se ocupan también de las labores de prevención de incendios y realizan rutas de vigilancia y disuasorias por toda la Casa de Campo, especialmente en las zonas de mayor afluencia de público.