El pabellón polideportivo que lleva el nombre del malogrado jugador, muerto el jueves en un accidente de tráfico en la provincia de Toledo, fue el lugar habilitado para la capilla ardiente y posterior improvisado templo, en el que miles de fuengiroleños, jugadores y ex jugadores, técnicos, drectivos y allegados dedicaron una oración en su memoria.

Si en el velatorio se dieron cita un sin fin de personas relacionadas con el futbol, profesionales y ex jugadores, al oficio fúnebre asistieron personajes como el legendario guardameta Iríbar, Santillana, San José, el colegiado Urízar Azpitarte, Ladislao Kubala -ex seleccionador nacional-, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Angel María Villar, el de la Andaluza, Eduardo Herrera, la plantilla madridista a excepción de Hugo Sánche y Prosinesky, la del Mérida y la del C.D. Málaga.

Al término de los actos fúnebres, la familia solicitó a los asistentes que no acudieran al sepelio, ya que deseaban que fuera un acto íntimo.

No obstante, al Parque Cementerio de Fuengirola fueron muchos los que se acercaron para rendir un último homenaje. El servicio de orden de la Policía Nacional y Protección Civil no logró contener al gentío, que cuando vio aparecer el féretro irrumpió en una ovación que se apagó en el mismo momento en el quelas baldosas cubrían la fosa que desde hoy ocupan los restos de Juan Gómez.