La FSG presentó los resultados de este programa en un acto en el que intervinieron los representantes de la entidad y personas que participaron en él y que definieron como “eficaz y satisfactorio”.

También estuvo presente la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Diaz, que destacó los resultados positivos del proyecto y afirmó que desde su ministerio y desde el Gobierno están “plenamente comprometidos” con las mujeres gitanas y el colectivo.

Asimismo, Díaz anunció que el Ministerio de Trabajo y Economía Social pondrá en marcha diferentes planes de empleabilidad en los próximos años para la comunidad gitana. Además, felicitó a la FSG por su labor y revindicó que “cuando las mujeres gitanas ganan en derechos, la sociedad gana derechos y España avanza a ser un mejor país”.

La organización impulsó esta iniciativa con el objetivo de dar respuesta a las situaciones de desigualdad en las que se encontraban muchas mujeres. Un análisis de la fundación previo al programa detalló que un 40% de las mujeres gitanas eran analfabetas, frente a un 6% de los hombres, así como que tan solo un 15% de las féminas terminaron los estudios obligatorios.

El Programa Calí contó con la participación 4.676 mujeres gitanas de toda España, de las cuales el 70% tenían menores a cargo. La iniciativa abordó diferentes ámbitos de la vida de estas mujeres, se desarrollaron más de 1.000 actividades en competencias sociopersonales y de empleabilidad, y, tras esto, más de 2.400 mujeres pudieron buscar activamente empleo.

Además, se realizaron tareas de apoyo y acompañamiento en casos de victimas de violencia de género, en las que participaron casi 400 mujeres gitanas, y se atendieron más de 1.700 casos de discriminación étnica.

En este contexto, el programa hizo trabajos de sensibilización sobre igualdad de genero y de trato con más de 17.000 mujeres y más de 9.000 hombres. Asimismo, asesoró a 6.800 mujeres gitanas sobre sus derechos. Todo ello para “combatir” la discriminación que sufren.

La organización expresó su “satisfacción general” con el programa y considera que ha sido “eficaz, pertinente y coherente con las necesidades de las mujeres gitanas”. La iniciativa incluye “adecuadamente el enfoque de genero interseccional y los derechos humanos”, finalizó la FSG.