Según informó la Delegación del Gobierno en Madrid, este dispositivo, coordinado por la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y Policía Municipal, ha quedado activado desde primera hora de la mañana de hoy para velar por el desarrollo normal del partido, declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia.

El dispositivo consiste en el establecimiento de un perímetro de seguridad alrededor de todo el estadio, con especial vigilancia en los puntos donde se prevé que se concentren los grupos de seguidores más radicales de los dos equipos.

Estos grupos se irán acomodando en partes opuestas del estadio y estarán "permanentemente custodiados por los agentes de seguridad".

Los agentes vigilarán todas las puertas de acceso al recinto para evitar la introducción de objetos cuyo porte, exhibición o consumo, quedan prohibidos en los estadios por la Ley del Deporte.