Con esta prueba, la Comunidad de Madrid evalúa el nivel académico de los escolares madrileños antes de acceder a la Educación Secundaria.

La prueba, que es orientativa y no tiene valor académico, consistirá en dos ejercicios de 45 minutos cada uno. En el primero, los alumnos realizarán un dictado y dispondrán de un texto para su lectura y comprensión, con cinco preguntas sobre éste y otras tantas sobre cultura general. La segunda parte estará compuesta por diez ejercicios y cinco problemas de Matemáticas.

Los resultados permitirán determinar los conocimientos adquiridos por los alumnos que terminan la Educación Primaria en Lengua y Matemáticas. Asimismo, servirán a la Consejería de Educación y a los centros para implementar medidas de refuerzo dirigidas a los alumnos que lo requieran, así como, si procede, reorientar las actuaciones desarrolladas en esta etapa educativa.

La Consejería de Educación proporcionará a los directores de los colegios las puntuaciones obtenidas por cada uno de sus alumnos y la puntuación media del centro correspondiente, y los directores deberán enviar estas puntuaciones a las familias.