El féretro de Pi-Sunyer iba envuelto en una "senyera estelada", bandera de los independentistas y de los republicanos catalanes, cuando entró en la iglesia de Santa Maria de Roses, donde se ofició el funeral. Sus restos fueron enterrados posteriormente en el panteón familiar del cementerio de esta pobación.

Entre los asistentes al sepelio se encintraba el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, Angel Colom, secretario general de ERC, partido en el que Pi-Sunyer militó hasta su muerte, y el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Guitart.

Maragall definió al fallecido como "persona discretamente importante" y reconoció que su mayor aportación fue la de "trasladar la tradición democrática republicana a muchos ciudadanos del país".

Pi-Sunyer, abogado de profesión, casado y con un hijo,fue diputado de Esquerra Republicana en la primera legislatura y senador dentro del grupo Cataluña al Senado en la segunda.

Fue miembro del partido Estat Català, fundado durante la República y participó en la creación de ERC. Durante el franquismo vivió exiliado en Francia y Venezuela.