Según ha sabido Servimedia, esto supone que seguirían recluidos más de medio centenar de etarras que fueron puestos en libertad entre enero de 1996 y diciembre de 2004 en aplicación del Código Penal de 1973, que permite la redención de penas para terroristas.

Esta circunstancia hacía que estos miembros de ETA disfrutasen de beneficios penitenciarios, que eran aplicados sobre un total de 30 años, independientemente de sus condenas, ya que éste es el tiempo máximo que en España un preso puede estar recluido.

Por el contrario, el criterio fijado esta mañana por la Sala Segunda del Supremo para Parot supondría que siguieran encarcelados etarras como Juan Nazabal Auzmendi, que fue condenado a 106 años deprisión, pero que la abandonó en 1998 tras cumplir sólo 19 años.

Algo similar ocurrió con Juan José Larrinaga Echevarría, al que se impusieron 221 años de cárcel, pero que la abandonó tras cumplir 20 años. Otros casos llamativos son los de José Ramón Artola Santiesteban, que debía pasar en prisión 327 años, pero que la abandonó al cabo de 16 años.

El criterio fijado hoy por el Supremo implica que las redenciones a las 26 penas de cárcel de Parot le serán aplicadas en cada uno de estos casos, lo cual hará que llegue al tope de 30 añosencarcelado que permite la ley.